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F.E.A.R. es un shooter que mezcla elementos de acción en primera persona con terror sobrenatural. Si bien el juego tiene más acción que terror y la mayor parte del tiempo lo pasaremos lidiando con los soldados clónicos de Fettel (que muy normales no son pero miedo dan más bien poco), habrá momentos en los que si nos llevaremos un buen susto, especialmente a medida que avancemos en el juego y la trama se vaya desvelando. El ambiente oscuro y opresivo de los escenarios (muy similar al de las películas de terror japonesas) junto a la música tétrica ayuda a crear ambiente para mantenernos todo el rato alerta ante que será lo próximo que veamos aparecer detrás de una esquina o arrastrándose por un conducto de ventilación sin iluminar. La mayor parte de las escenas de terror consistirán en breves apariciones fantasmagóricas, alucinaciones, susurros misteriosos que no vienen de ninguna parte, sonidos de estática y repentinos cambios en la iluminación; casi nunca tendremos que combatir o huir de estas situaciones, pero son más que suficiente para mantenerte tenso, pegar algún salto y gastar munición a lo tonto disparando a cosas a las que no les podemos dar.

Aparte del ambiente y el escenario, otro punto a favor de F.E.A.R. es el dinamismo de los combates. Siempre nos enfrentaremos a un pelotón de cuatro enemigos como mínimo que actuarán coordinados, y salir a pecho descubierto disparando como locos solo sirve para morir rápido, ya que no tenemos más vida, armadura ni mejores armas que los enemigos. Hay que utilizar la cobertura, los explosivos, las armas adecuadas y el tiempo bala para salir airosos de las situaciones en las que seamos superados en número y armamento, que serán bastantes. En algunas situaciones incluso tendremos que morir una o dos veces para saber que nos vamos a encontrar y preparar el terreno en consecuencia, empleando minas y explosivos control remoto. Además tendremos una gran variedad de armas; la mayor parte de las veces solo utilizaremos la escopeta y el rifle de asalto al ser las armas más versátiles, pero en determinadas situaciones habrá que utilizar las poco frecuentes armas avanzadas que iremos arrebatando a nuestros enemigos, como rifles de partículas, fusiles de clavos o cañones automáticos.

En lo que flojea es que a medida que avanzamos se vuelve un poco predecible, ya que acabas intuyendo en que momentos van a intentar darte un susto o cuando se avecina un combate intenso (es decir, cuando te encuentres una habitación llena de botiquines y munición), y la trama, aunque bien hilada, no es gran cosa. También destacar la diarrea verbal que padecen los soldados enemigos, que parecen tener la necesidad de gritar a los cuatro vientos que es lo que van a hacer para que estés atento y no te pillen por sorpresa. Pero en general, es un juego que se disfruta y no se hace aburrido, al mantenerte todo el rato en tensión ante un posible combate o aparición fantasmagórica.

Puntuación: 7.5/10