1989. Henry, tras que su mujer desarrolle demencia temprana y los problemas que derivan de ello, acepta un puesto de vigilante en un puesto del Bosque Nacional Shoshone. Nada será como espera.
Henry y Delilah
Lo que tendremos que saber de Julia, la mujer de Henry, se contará en el prólogo; donde deberemos tomar una serie de decisiones que, juraría que independientemente de nuestras elecciones, siempre dejarán un regusto amargo, triste, desolador. Será ese el ánimo de nuestro protagonista a su llegada a Shoshone, adonde llega como huyendo de su situación, de sus preocupaciones y, en resumidas cuentas, de su vida.
Allí conoceremos a la supervisora, con quien solo nos comunicaremos por walkie talkie, la divertida, seductora y amante del tequila Delilah, quien con su voz rasgada y su peculiar sentido del humor guiará nuestros pasos e intentará resolver nuestras dudas. Es una relación curiosa, pero muy humana, la que se establece entre ambos. Entre estos dos personajes rotos, cada uno por sus experiencias, se teje rápidamente un vínculo, auspiciado por lo que Henry deja entrever de las razones que le llevaron a aceptar el puesto de vigilante.
El inicio de algo más
Pero que en Firewatch está pasando algo más es algo que notaremos pronto. En ese entorno de ensueño en el que pasar la primavera y parte del verano sucede algo. Al fin y al cabo, ¿quién es esa figura que vimos en el camino? ¿Por qué desapareció de pronto? Y, ya más avanzada la aventura, ¿qué significan esas notas de nuestras conversaciones con Delilah? ¿Qué está pasando?
La historia de Firewatch se desarrolla aprovechando su misterio como motor principal entre confesiones de Henry y Delilah sobre sus vidas y emociones. Es un combo curioso, el de la fuerte intimidad que desarrolla el protagonista con la supervisora, con quien se inicia incluso un juguetón flirteo, con el misterio en torno a la figura y los secretos que se ocultan en Shoshone. Confesiones y sorpresas son los reactivos de la fórmula que decidió explotar el estudio, entonces independiente, Campo Santo, hoy propiedad de Valve.
Walking Simulator cartoonesco
Firewatch es un walking simulator con un estilo cartoon con un curioso toque realista. La naturaleza está captada con esmero: los árboles más comunes de ese paisaje en las Rocosas, la relativa variedad de paisajes siempre adecuadamente reducida a lo que cabe encontrar, los juegos de luz según el momento del día... Todo está cuidado y resulta envolvente.
Es un acierto hacerlo todo tan realista, tan reconocible, de algún modo, porque eso da una base muy sólida para que la historia de los personajes destaque entre las sorpresas que nos depara el paisaje y los misterios que se guarda la aventura, que son unos cuantos.
No es que podamos llevar a cabo la investigación de muchas formas distintas, que al fin y al cabo nos encontramos ante un walking simulator, pero el camino es grato, el ritmo está bien medido y no abre la puerta al aburrimiento y tanto los momentos más contemplativos como los más reveladores tienen intensidad suficiente como para mantener el interés. Firewatch es uno de esos juegos en los que, a lo largo de su breve extensión, nada falla nunca.
Conclusión
Nunca fui muy amante de los walking simulator, siempre consideré que les faltaba algo como experiencia lúdica. ¡Incluso llamé hipster a Chemo en algún momento por haber caído en sus garras! Pero creo que, sencillamente, no había encontrado la historia que me hiciese empatizar, los personajes en los que reconociese aspectos propios que me hiciesen implicarme más en sus historias. Firewatch es un juego con una historia interesante, pero creo que una de sus mayores bazas es, precisamente, la hermosa y deprimente complicidad que se forma entre Henry y Delilah, y cómo gestionan cada uno sus problemas. Esa tristeza resulta más poderosa que el misterio y que el camino, que también son interesantes, en cualquier caso.
En mi humilde opinión, es una joyita.
Un juego muy recomendable, me hubiera gustado jugarlo, pero en el tiempo que salió estaba viciada a cierto canal de Youtube donde lo jugaban, así que me enteré de todo el argumento y lo recuerdo tan bien, que creo mate la novedad que es fundamental en estos juegos, pues mucho de este juego es el descubrimiento, el misterio, y el recorrido, y dado que vi a alguien más jugar pues no creo que me motive a comprarlo, y en cierta forma lamento haberme spoilado el juego, porque de no haber sido así hubiera jugado el mismo con mucha gana y me hubiera encantado su conclusión.