En algún momento entre El Hobbit y El señor de los anillos, Talion, un montaraz imbuido con el espíritu del elfo Celebrimbor, forja un nuevo Anillo de Poder con el que planean hacer frente a Sauron.
Experiencia de juego
El control de Talion es cómodo. Es muy similar al de los Assassin's Creed modernos, algo de lo que ya hablaremos, pero a veces el movimiento se atasca y el personaje no es capaz de continuar su camino hacia una cuerda o no se cuelga de la tirolina aunque aparezca en pantalla el botón de interactuar. Dejando a un lado estos problemas ocasionales, nos encontramos ante un juego de aventuras con mucho sigilo, muchísimo combate y bastantes coleccionables repartidos por una serie de mapas que descubrimos mediante la depuración de torres en cuya parte superior hay un haedir.
El combate es bastante ágil contra los orcos normales. Estos se generan proceduralmente, aunque los hay de varios tipos: los hay que lanzan jabalinas, hay arqueros, orcos inermes que tienden a huir, otros tienen escudo pesado, o llevan dos hachas con las que bloquean ataques frontales y hacen más daño de lo normal, etc. Es un combate bastante ágil variado y centrado en parar, esquivar y golpear en los momentos oportunos a través de QTE, de una forma que me recordó a los Batman de Rocksteady. Además, los capitanes, caudillos y señores disponen de una serie de ventajas públicas y de una serie de debilidades que podremos descubrir a través del interrogatorio de gusanos, orcos procedurales marcados para la ocasión que conocen secretos de las filas del Señor Oscuro.
No jugué a la primera entrega, La Tierra Media: Sombras de Mordor, pero no parece hacerse ningún esfuerzo por evitar la similaridad tan evidente que guarda con la popular franquicia de Ubisoft. Mecánicas, misiones y objetivos lo recuerdanal milímetro. Sí, el juego de Monolith Productions tiene alguna particularidad propia, como el sistema Némesis, por el que los enemigos pueden aprender a protegerse de nuestros movimientos y suben de nivel o ascienden si nos derrotan o consiguen huir con vida, las mejoras a través de runas o la toma de fortalezas, pero a veces se hace difícil recordar que es otro juego, especialmente desde que AC se ha lanzado a explorar mitologías.
Estiremos esto un poco más
El mayor problema del juego es que si bien en los primeros compases parece la mar de entretenido y muy competente, el paso de las horas va demostrando que no hay tanto material como para llenar con gracia los extensos mapas y las más de 20 horas de juego principal, que pueden extenderse a las 40 o 50 para quienes se aventuren con los pozos de pelea, las rencillas entre capitanes, la recogida de coleccionables, la mejora del equipo, etc.
Son muchas horas y la variabilidad es más reducida de lo que podría parecer. Los paisajes (el diseño de escenarios, en general) resultan algo repetitivos, los tipos de enemigos acaban cansando con el paso de las horas y las tomas de castillo llegan a hacerse pesadísimas. En mi opinión, ese diseño responde a las ganas de hacer el juego más largo, de ofrecer más horas de entretenimiento… y sin duda ofrecen un buen número de horas, pero creo que lo hace a costa de ese mismo entretenimiento. Talion y Celebrimbor tienen un montón de movimientos, ataques y opciones, pero sacando esos capitanes que por sus ventajas y desventajas nos hagan modular nuestra forma de jugar, creo que la tendencia es a repetirse hasta el hartazgo. Si a esto añadimos que casi la mayor parte de misiones se cortan también bajo un mismo patrón…
Palabra de Tolkien
Si sois puristas de la obra de Tolkien, creo que este juego os pondrá de los nervios, como poco, y quizá caldee los fuegos de vuestra furia. Aparte de que, por lo que he leído, el desarrollo de los acontecimientos no encaja (que si tal localización debería ser ya Mordor y otros elementos de los que mi añeja lectura de la obra del escritor no guarda recuerdo alguno) llama la atención lo cutre que resultan algunos cambios.
El caso más evidente se da cerca del tramo inicial, cuando todo resulta entretenido, aún no hemos tenido ocasión de acabar hastiados de las repeticiones y nuestros pasos nos llevan ante Ellalaraña, quien, aunque ocasionalmente aparece como la gigantesca araña monstruosa que conocemos y respetamos, toma una atractiva forma de mujer para hablar con nosotros porque… Nadie sabe por qué, en realidad. Lo hace y punto. Incluso a mí, que no suelo pedir excesiva fidelidad en las adaptaciones, me pareció gratuito, absurdo y falto de gusto. Si Ellalaraña es un pibón es por meras ganas de satisfacer visualmente a (gran parte de) su público objetivo. Es, como decía, un recurso cutre y ya me puso de mal humor. Quizá un mal ánimo para afrontar el resto del camino.
Conclusión
No recomiendo el juego. Me parece muy regulero: hay ideas, pero con muchas no saben qué hacer y el resto acaban cansando a lo largo de una extensión agotadora. Si os divierten mucho los Assassin's Creed, podéis darle una oportunidad; pero yo me lo suelo pasar muy bien con los juegos de esta franquicia y he llegado a sentirme muy cansado con Sombras de guerra. Si os gusta mucho Tolkien y os molestan las adaptaciones poco fieles, me mantendría tan alejado de esta aventura como pudiese.
Lo mejor que he sacado de las casi 30 horas que le he dedicado son las ganas de releer El hobbit y El señor de los anillos, sinceramente.
A mí el primero me gustó bastante. Era un refrito de varios juegos distintos pero muy bien condimentado.
En éste me aburrí a las 10-12 horas. Me importa poco Tolkien, soy de esos renegados que disfrutaron mucho del Hobbit y el Señor de los Anillos con 13 años pero que ahora se aburren antes de lograr salir de la Comarca. Así que los cambios a su obra no me ofenden... y sin embargo estoy de acuerdo en lo de Ellalaraña. Cuando lo vi dije ¿qué? Y estuve un buen rato pensando ¿por qué de toda la mitología que tiene Tolkien y de toda la que se podrían sacar de la manga tomaron esta decisión tan rara?
Pero dejando eso de lado me aburrí de ir de un sitio a otro haciendo siempre exactamente lo mismo: cárgate a este orco, luego domina a aquel, enfréntate a esta amenaza... En un momento dado me vi repartiendo estopa como si fuera Chuck Norris y dije: hasta aquí.
Una pena porque a mí me pareció que el primero podía apuntar maneras, pero esto me pareció más de lo mismo y me aburrió.
Yo empecé con cierta emoción, porque el sistema de combate me parecía muy entretenido, y el toque de acción/sigilo suele gustarme; pero más o menos con las horas con que lo dejaste tú, empezó a olerme todo a chamusquina. Aun así, intenté explorar otras opciones del juego antes de abandonarlo y al final pensé que ya no me quedaba demasiado y decidí acabarlo… así que seguí, y seguí, y al final lo abandoné igual. Hice las historias que me interesaban y cuando me quedé sin camino alternativo a todo lo que ya me aburría decidí dejarlo.
Una pena, pero es que se me acabó haciendo pesadísimo. Diría que me anoto el primero, pero tras esta experiencia dudo que me digne a darle una nueva oportunidad a Talion, el montaraz.
Mi única lectura de ESDLA es de cuando tenía 14 años. No prometo que me acerque a sus páginas y lo termine, pero el inicio del juego me hizo recordarlo con cariño e interés. Ya veremos.