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Life Is Strange: True Colors

Actual Drama Fantasía Ficción interactiva
Por Albos

Alex es una mujer con una habilidad sobrenatural: puede leer y manipular las emociones de los demás. Ahora va a reunirse con su hermano en Haven Springs, donde la esperan muchas sorpresas que cambiarán su vida.

Émpata en ficción interactiva

En resumidas cuentas, eso es lo que ofrece Life Is Strange: True Colors: un personaje con poderes empáticos con el que explorar el pueblo y conocer a sus habitantes: sus miedos, sus sueños y sus recuerdos. Es una aventura gráfica con perspectiva en tercera persona, siempre centrada en Alex, que nos presenta un drama emotivo y, a su manera, emocionante. Todo en Haven Springs tiene varias capas e ir descubriéndolas será parte de lo que hace que el juego cale.

Es difícil, por las características de la obra, hablar de lo que emociona y de lo que intriga sin destripar mucho, sin destripar de más; así que voy a pedir que deis el salto de fe conmigo. Digamos solo que la investigación de un accidente va a desvelar muchas cosas que llevaban tiempo ocultas y que afectan al pueblo de forma muy estrecha, íntima.

Los personajes a los que conoceremos son todos suficientemente interesantes: conquistan e intrigan. Desde la guapa y friki vendedora de discos que dirige roles en vivo al majísimo hijo del dueño del bar, pasando por la vendedora de flores o la artista novia de nuestro hermano. Todos tienen algo que hace que conocerlos merezca la pena, algo que hace que recorrer sus historias y ayudarlos resulte atractivo. Los de Deck Nine han hecho un gran trabajo puliendo los distintos elementos de su obra.

El poder

Pero lo que distingue a este juego de otros del estilo, es el poder sobrenatural de Alex. Así como en el primer Life Is Strange teníamos la capacidad de viajar en el tiempo (que se usaba sin demasiada astucia, en mi opinión), aquí tenemos la capacidad de explorar las emociones de quienes nos rodean (y de poder vernos contagiados por ellas) así como de manipularlas.

Creo que este poder está mejor planteado que el del primer LIS, tal vez porque no es tan… potente, o quizá porque se ha diseñado todo con más cuidado. Lo desconozco. En cualquier caso, lo cierto es que siempre me pareció bien utilizado, cada posible uso en favor del juego y de la historia que los de Deck Nine quieren contar.

Hay para explorar escenas tensas, escenas bonitas, hay escenas tiernas, o terribles o descorazonadoras; y todas ellas dejan el mismo buen sabor de boca. Todas han sido escritas con el mismo mimo.

Mi relación con Life Is Strange

Lo cierto es que llegué a Life Is Strange: True Colors con cierto recelo, porque mi experiencia con el juego que inició la franquicia distó de ser la mejor posible. Sus personajes me parecieron representaciones algo toscas y el desarrollo de la historia, forzado. Difícilmente podía importarme menos el destino del pueblo. No obstante, True Colors me ganó desde sus primeros compases.

Me resultó sorprendente ese cambio. Aunque la propia evolución de DONTNOD, estudio del original, los ha llevado a escribir juegos de mi gusto, como ese Tell Me Why del que hablé hace unos meses, no sabía qué esperar de Deck Nine. El resultado, como ya imaginaréis por lo que he escrito hasta el momento, me ha gustado mucho. Creo que True Colors es un juego muy recomendable ¡y hasta nos ofrece un pequeño pasaje de combate por turnos a la manera tradicional de los juegos de rol japoneses!

Conclusión

Creo que nos encontramos ante una de las aventuras gráficas más tiernas y con mayor pegada emocional que he visto. La emotividad que impregna las acciones, decisiones y resoluciones de la historia se siente profunda y real. Es un gusto recorrer el hermoso Haven Springs mientras desvelamos cada ingrediente de la historia y descubrimos la intensidad de nuestra aptitud sobrenatural. En resumen: si os interesa esa clase de propuestas, me parece un juego estupendo y muy recomendable.


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