La Aurora es enviada a un sistema en los límites del espacio conocido para construir una sección de viaje rápido en la región; pero algo sucede y se estrella en el planeta 4546B. Varios miembros abandonan la nave a bordo de cápsulas salvavidas. El protagonista está solo, en una cápsula que flota en el océano a apenas un kilómetro de los resto de la Aurora.
Solos en un océano desconocido
Probablemente el mayor acierto de Subnautica es como nos sitúa en el papel del protagonista. No sabemos nada del planeta. No sabemos nada de lo que vamos a necesitar. La información nos llega a cucharaditas ocasionales a través de la radio de la cápsula: otras cápsulas han llegado al planeta y han conseguido emitir. A partir de ahí se desarrolla todo: explora ese mundo desconocido en busca de materias primas con las que construir nuevos materiales, herramientas, mejoras del traje y vehículos; obtén, de paso, información sobre qué pasó y por qué; evita la fauna realmente peligrosa, como esas gigantescas bestias que serpentean amenazadoras como promesa de muerte; y, si todo va bien, huye del planeta.
El objetivo final se averigua relativamente pronto, pero alcanzarlo no será tarea fácil. Ni breve. Subnautica es un juego de exploración y construcción. La experiencia más similar que tuve fue la que me ofreció No Man's Sky, pero me lo pasé mejor con esta exploración submarina: mucho más condensada, lo que permite que el guión imprima más ritmo en nuestro camino; con una generación mucho menos aleatoria, lo que homogeneiza más las partidas; y con una idea de fondo, que a mí, personalmente, me resultó más atractiva, quizá por su cierto parecido (ligero, en cualquier caso) con la de Outer Wilds.
El hermoso mundo submarino
Hay algo precioso en la exploración de ese mundo. Quizá es que adoro la exploración submarina desde que, de crío, veía los documentales de Cousteau, pero es que me parece un ambiente precioso e, irónicamente, alienígena. Subnautica ofrece un mundo submarino considerablemente rico y variado, con fauna general y fauna específica de determinados biomas, con peligros, misterios y todo tipo de percances.
El juego no es lo que llamaría rápido, pero sí sabe salpicar nuestro viaje de momentos de tensión (hay veces que ver una sombra u oír un sonido amenazador será suficiente como para que emprendamos una huida alocada), así como de sorpresas y revelaciones. Recuerdo las constantes incursiones e ideas peregrinas que me permitían explorar cada vez un poco más profundo: 100, 200, 300, 500 m,… o la primera vez que encontré una de las misteriosas instalaciones alienígenas. Todavía no tenía nada que me permitiese interactuar con lo que allí había, pero no podía evitar preguntarme qué se suponía que debía hacer allí o cómo tendría que hacerlo. Recuerdo también la primera vez que encontré tierra. Me alegré y ni siquiera sabía por qué. ¡Era tierra! Creí que iba a darme un respiro antes de que unos animalillos repugnantes empezasen a intentar comerme. No se estaba tan mal en el mar. Y, por supuesto, recuerdo la primera vez que intenté entrar en los restos de la Aurora (je) y la vez que realmente entré y la exploré: la satisfacción de descubrir ciertos misterios, de atar los cabos de ciertos interrogantes y la felicidad extática de ver que había encontrado una forma de salir del planeta.
Esa sensación de aventura y lo emocionante de la exploración está muy bien conseguido. Mucho. El argumento es interesante, el mundo, precioso; y el delicado contraste entre la calma general y la consciencia del peligro es fantástica.
Albos, el (poco) explorador
Mi mayor problema con el juego es, probablemente, que no tengo alma de explorador. Que me gustan las narrativas algo más rápidas. No quiero jugar una película, es verdad; pero tampoco me gustan los sand-box. En ese sentido me pasé muchas horas dudando de si seguir con el juego o abandonarlo. Incluso a pesar de que me gustaba la propuesta. Porque me gustaba, sí; pero al mismo tiempo era consciente en todo momento de que disfrutaría más otro tipo de planteamientos y ejecuciones.
Quería saber qué pasaba, así que al final siempre decidía seguir un poco más. Pero fui jugando cada vez menos. Ahora ya estaba jugando una o dos horas por semana. Y esta semana me di cuenta de que ni había encendido la consola. Así que creo que mi exploración ha terminado. Mi aventurero espacial se quedará atrapado en 4546B por falta de voluntad, pero esto no hace malo al juego. Su propuesta es clara y, en mi opinión, quizá no tremendamente valiosa por no ser su público objetivo, endiabladamente buena en lo suyo.
Conclusión
Si os gustan los juegos de exploración y crafting y no habéis jugado Subnautica, deberíais ponerlo obligatoriamente en la cola de pendientes. Es un juego pensado con mimo y, aunque leí mucho sobre sus constantes bugs y glitches, en la versión que jugué yo solo me encontré que a veces, al cargar partida, el personaje nadaba en tierra (lo que obligaba a volver al agua y volver a emerger para poder interactuar con determinadas cosas). No creo que os defraude la experiencia.
Puede, incluso, que tras unos paseos por otros juegos me anime a retomar la exploración. Pero me conozco y no pondré la mano en el fuego. Si se diese el caso y algo de mi opinión cambiase, editaría correspondientemente la reseña.
Debo decir que jugar subnautica fue una de las experiencias más enriquecedoras, y es que en realidad uno esta perdidisimo al comienzo, entender como sobrevivir, y comenzar a construir es algo maravilloso, a nivel de experiencia de supervivencia es algo aterrador, aún recuerdo pasar al lado de un monstruo cagando leches y esperar no ser vista. Es un juego largo, en el cual debes leer los documentos que encuentras, la descripción de los objetos, entrar a lugares alienigenas y entender que ocurre, encontrar llaves, abrir otras puertas, recolectar por el mundo muestras de plantas que al final te ayudaran muchisimo, sufrir porque te toca ir a un sector que esta lleno de bichos... en fin.. es muy satusfactorio llegar al final.
Hay algo que me encantó de esta entrega que me hizo mucha falta en la segunda (a pesar de que no tuviera ningún sentido que la pusieran) son las capsulas del tiempo, este detalle me pareció genial porque otros jugadores te dejan algo para ayudarte al inicio del viaje, algunos solo te dejan basura, pero pueden dejarte noticas, y eso me encantó, así que cuando me tocó a mi mandar mi capsula del tiempo trate de que fuera muy útil.
Me encantaría rejugar más adelante este juego, el tema es que he notado que siempre que he rejugado algo, no lo disfruto igual, este es uno de esos juegos que te gustaria olvidar todo lo que pasa en él para volver a sorprenderte.
Si no jugaste Outer Wilds, creo que te encantaría. En el subreddit de OW siempre recomiendan Subnautica a quienes preguntan por experiencias similares. Es otro tipo de exploración y tiene otro tipo de mecanismos, pero es una gozada explorar su sistema solar en miniatura.