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TÍTULO: THE SWORD OF THE TEMPLAR (LA ESPADA DEL
TEMPLARIO)

COLECCIÓN: ROBIN OF SHERWOOD, 2

AUTORES: PAUL MASON, GRAHAM STAPLEHURST

TEMÁTICA: FANTASÍA HISTÓRICA

TIPO: LIBROJUEGO CLÁSICO

SECCIONES: 400

En los 80, la televisión británica emitió con gran éxito una
serie llamada Robin
of Sherwood, ofreciendo una versión de la leyenda de Robin Hood basada
en los mitos paganos de la época. En ella, el famoso ladrón es el protegido de Herne el Cazador, una
entidad del bosque que lo convierte en the Hooded Man (el Hombre
Encapuchado), el profético campeón de los oprimidos. Así, la lucha entre Robin
y el tirano Sheriff de Nottingham tiene como telón de fondo las antiguas
creencias paganas, que prevalecen a pesar de los esfuerzos de los
representantes de la nueva fe por erradicarlas.

La serie duró tres temporadas y dio lugar a la publicación
de varios libros, entre los cuales se encuentran dos librojuegos. Este
es el segundo de ellos, aunque no hay continuidad entre ambos, siendo dos
aventuras independientes. Curiosamente, en cada uno aparece el nombre de un
autor diferente, aunque ambos trabajaron en los dos. De ellos, el más conocido
en la esfera librojueguera es Paul Mason, autor de cuatro títulos de
Fighting Fantasy que nunca fueron traducidos al español, y amigo personal de
Dave Morris (con quien, sin embargo, nunca ha publicado ningún librojuego). El
otro, Graham Staplehurst, es más conocido en el ámbito rolero,
concretamente por ser autor de muchos suplementos de MERP.

En este librojuego, la aventura gira en torno a un misterioso
caballero templario que aparece en escena portando una espada negra. Robin
y sus hombres tienen un encontronazo con él al principio, y más tarde descubren
que su llegada oculta un turbio asunto. Como jugador, tendrás que investigar
sobre él lo suficiente como para llegar con ciertas garantías a un duelo final
que aparece diáfano en el horizonte desde el primer momento.

Las reglas son algo distintas a las acostumbradas en los
librojuegos de los 80. En la hoja de personaje se puede ver que hay diez
habilidades; todas parten con 1 punto excepto el combate cuerpo a cuerpo y
a distancia, que empiezan con 5, y después repartes entre todas ellas tantos
puntos como 30 más el resultado de tirar dos dados de seis caras, que
son los que se usan en el librojuego. Lo curioso del caso es las tiradas se
resuelven justo al revés que en la inmensa mayoría, ya que a la tirada de
dos dados se le resta la puntuación de la habilidad, lo cual quiere decir
que mientras más negativo sea el resultado, mejor te irá. También es destacable
el hecho de que a veces los resultados no se limiten a uno bueno y otro malo,
sino que existe otro intermedio.

Por otra parte, puedes llevar hasta cinco objetos
normales y todos los objetos especiales que sea menester, entre los
cuales, de partida, se encuentra tu espada mágica Albion (sin cuya ayuda
tendrías una penalización al pelear). Lo más interesante de esto, sin embargo,
es que se suele usar el espacio de los objetos especiales para realizar
anotaciones a modo de claves que registran lo que has hecho en un
determinado momento, como disponer de un escondite en un lugar determinado o
llevar una marca.

Hay un apartado dedicado a los compañeros de Robin,
los cuales debes marcar cuando estén presentes. El tedio de tener que borrarlos
todos cuando estás solo se evita marcando la casilla alone. Por
supuesto, estar o no acompañado tiene efectos tanto narrativos como mecánicos,
ya sea en combate o mejorando ciertas tiradas, como, por ejemplo, ocurre con
las de curación cuando está presente lady Marion.

Otro apartado titulado Power of Light and Darkness
(Poder de la Luz y la Oscuridad), cuantificado con un 5 al principio de la
aventura, actúa al mismo tiempo como vía de escape cuando la situación
es muy complicada, y como baremo si llegas al final con éxito,
permitiéndote saber lo bien que lo has hecho dependiendo de los puntos que te
queden.

Pero quizá lo que más llama la atención de esta hoja es el
llamado diagrama de heridas que muestra el cuerpo de Robin dividido en varios
segmentos y con ciertas anotaciones en algunos de ellos. Y es que no
existen unos puntos de vida, sino que es la acumulación de heridas en una
parte determinada del cuerpo lo que determina el estado del personaje. Por
ejemplo, una sola herida en la cabeza es suficiente para caer derrotado, pero
en el tronco son necesarios cinco impactos. Además, el segundo en brazos y
piernas conlleva penalizaciones. Esto es igual para los enemigos, a quienes se
combate por rondas haciendo uso de una tabla parecida a la de Lobo Solitario,
pero muy distinta a la vez, ya que en ella aparecen las partes del cuerpo
afectadas por los ataques de uno y otro (por ejemplo, L/AA significa que tu
adversario te ha herido una vez en la pierna, Leg,
mientras que tú le has causado dos heridas en los brazos, Arm),
y a veces se muestran las siglas ow!, que dan una penalización para la
siguiente ronda.

En cuanto a la aventura en sí, hay dos caminos
diferenciados, uno de los cuales podríamos considerar más terrenal, y el
otro más sobrenatural (no diré nada más para no destripar la historia). No hay
demasiados combates, pero los pocos a los que te enfrentas son duros y te
pueden dejar malherido. Aun así, existen posibilidades de recuperarse, ya que si
encuentras cierto símbolo en una sección se te permite hacer una tirada en la
tabla de curación, pudiendo así eliminar una o varias heridas cada vez. Lo
que es más difícil evitar son las temidas muertes automáticas debidas a
una mala elección; hay varias, y aunque la mayoría son evitables estando
atento, las hay muy traicioneras. Con todo, es un librojuego que con algo de
suerte se puede superar a la primera, y por tanto, en ese aspecto, difiere
de muchos de los de su época.

En cuanto al apartado gráfico, el librojuego está profusamente
ilustrado, incluyendo ilustraciones de paso y de media página, pero ninguna
de página completa. El artista es nada menos que Russ Nicholson,
conocido ilustrador de series como Fighting Fantasy o Fabled Lands.
La portada, en cambio, muestra un fotograma de la serie televisiva.

OPINIÓN

Me acerqué a este librojuego sin ningún tipo de expectativa
y debo confesar que me ha sorprendido gratamente. Primero, porque no
conocía la serie, y la verdad es que me ha encantado su toque de fantasía (de
hecho, me recordó a Ulrica en su
planteamiento). Y segundo, porque pienso que, aun adoleciendo de las flaquezas
propias de los librojuegos de la época, el sistema está bien trabajado y
aplicado. No hay tiradas imposibles, o si alguna es demasiado difícil,
suele haber una alternativa, o en todo caso algún tipo de penalización que no
resulta definitiva ni determinante. Las dos rutas principales ofrecen varios
secretos que no son fáciles de descubrir, así como diversas opciones que
permiten resolver las escenas subsiguientes de diferentes maneras y llegar al
final en condiciones distintas. También se contempla la mejora del personaje
durante la propia aventura, ya que a veces se pueden sumar puntos de
habilidad o de poder tras haber estado acertado en decisiones o tiradas.

El combate sigue siendo puro azar, pero no se puede
negar lo divertido que es. Además, en cada uno se dan unas condiciones
distintas, y aquí se nota la mano del rolero Staplehurst. El sistema de heridas
es original, muy visual y práctico, aunque hay quien se queja, y con razón, que
los diagramas de los enemigos no dejan claro cuántas heridas soporta cada parte
del cuerpo.

La narrativa me parece correcta, y prepara muy bien al
lector para el enfrentamiento final, presentándole desde el principio un
enemigo a batir que se muestra muy superior a Robin, y sobre el cual se van
revelando detalles que resultan sorprendentes. Solo mediante la investigación,
descubriendo las flaquezas de tu rival o adquiriendo ciertas virtudes, podrás llegar
al final en igualdad de condiciones. Hay algún diálogo intrascendente y con
poca chicha, supongo que tratando de evocar y definir con ellos a los
personajes de la propia serie. Por el contrario, toda la parte sobrenatural
está bien conseguida, o a mí al menos los autores han sabido meterme de lleno
en ella.

En definitiva, si te gusta la temática, merece la pena
echarle un tiento.