Item | Descripción | Valor |
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PASO 6: FINALIZA EL CAPÍTULO
El vencedor narra cómo acaba el capítulo. Si el vencedor es el jugador activo, lo más probable es que confirme el tema del capítulo narrando los eventos de manera acorde al mismo.
Sin embargo, cuando vence el otro jugador, este puede narrar el final del capítulo sugiriendo que, quizás, el tema del capítulo no era del todo correcto. De todas maneras, el final tiene que coincidir con el tema en, al menos, lo concerniente al jugador activo.
Por ejemplo, en un tema centrado en alguien asesinando a un ser querido se puede revelar que, en realidad, el ser amado se suicidó y el testigo llega a la escena lo suficientemente tarde como para creer que ha sido otro el que cometió el asesinato.
En caso de acabar en empate, el jugador activo debe narrar el final del capítulo de forma neutral y directa.
Después, el jugador activo descarta la carta de virtud, baraja el resto de cartas de virtud, coloca a un lado todos los dados y devuelve a la reserva común los siete contadores de elección. El otro jugador pasa a ser el nuevo jugador activo e inicia el siguiente capítulo. Cuando todas las cartas de virtud estén usadas, o se haya alcanzado el número de capítulos acordado, es hora de lidiar con el odio.
LAS SIETE VIRTUDES SON
I. Gi: Rectitud Una historia de morir cuando es el momento correcto, de golpear cuando es el momento adecuado. Es la base de todas las demás virtudes. Para un auténtico samurái, solo existe lo correcto y lo incorrecto.
II. Yu: Coraje Un espíritu valeroso y heroico. Dar un paso al frente y plantar cara incluso a aquello que no podemos comprender.
III. Jin: Benevolencia y Piedad Entender cuándo hacerte amigo de un enemigo.
IV. Rei: Respeto Hay un orden correcto en todas las cosas. Una armonía nacida de la cortesía.
V. Makoto: Honestidad y Sinceridad No hay necesidad de promesas por escrito. Una palabra, un vínculo.
VI. Meiyo: Honor Vivir y morir por honor. O cometer harakiri (seppuku) para preservar el honor perdido.
VII. Chuugi: Lealtad La lealtad es más preciada que la vida misma.
El tema clave debe ser un elemento omnipresente en cada capítulo. Debe destacar, ser una base o servir de trampolín para los eventos que se desarrollen en capítulos posteriores. Su importancia (o su ausencia) debe sentirse.